Del cortejo del Jueves Santo forman parte las Verónicas, jóvenes muchachas que desfilan con preciosos trajes y el rostro cubierto por un velo blanco: extraordinaria es la cantidad de objetos de oro, que además de manos, brazos y cuello, adornan como un enorme turbante, la cabeza. Para la ocasión las joyas, además de recogerse entre la familia, son préstamos de parientes y amigos. Durante el Convite de San José, una comida ofrecida a tres personas que simbolizan la Sagrada Familia, ante un altar adornado con característicos panes, aún hoy, es costumbre invitar a los puisiaturi (canta poesías), que recitan poesías en rima a cada plato. Según una antigua creencia las aguas del Pozo de la Sibila, bajo la iIlesia de San Juan, el día del Santo se hacen milagrosas y capaces de curar las enfermedades, por lo que en el pasado era costumbre que muchos enfermos se sumergieran en ellas.
Desembarque de Garibaldi
Los ritos de la Semana Santa
Momento significativo entre los ritos de la Semana Santa es el Vía Crucis del Jueves, con personajes vivientes que desfilan por las principales calles de la ciudad, interpretando sus papeles con gran entrega emotiva: sugestivas son las Caídas del Cristo con la Cruz, que varias veces se repiten a lo largo del recorrido. Una conmovedora representación de la Crucifixión se lleva a cabo por otro lado en la tarde del mismo día. De gran participación la procesión del Viernes, con la estatua de la Dolorosa que sigue al Cristo Muerto
|